Podemos ser el mejor país del mundo si nos lo proponemos. Sin embargo,
estamos entrando en una nueva etapa de nuestro desarrollo y
necesitamos las herramientas necesarias.
Las reglas de nuestra niñez ya no nos sirven.
Necesitamos libertad, oportunidad y una verdadera democracia.
En vez de preocuparnos por si debemos ser parte de Los Estados
Unidos, debemos tratar de ser como ese país. Debemos imitar
lo mejor de todos los países. Antes de cambiar nuestro estatus
necesitamos aprender a gobernar lo que tenemos.
Necesitamos valores, no colores >>